domingo, 13 de noviembre de 2011

Astracanada en un campo minado (1-2)

Entre todos lo mataron y él solo se murió. El Córdoba B ha caído derrotado esta mañana en la Ciudad Deportiva (1-2) ante el Marinaleda, en uno de esos partidos en los que todo sale al revés. Entre las bajas, un día de errores y espesura en el juego, el césped, culpable en un autogol de dibujos animados de Monti con el que se adelantó el Marinaleda, y el árbitro, que expulsó al mismo jugador cordobesista en una acción que era de amarilla, el filial terminó por cosechar su segunda derrota consecutiva ante un equipo que no se habrá visto en otra más fácil para llevarse un partido.


El equipo de Pierini, que resolvió los problemas en defensa metiendo a José Manuel como central junto a Fran Cruz y tirando de Vega para el lateral zurdo, perpetró junto a la escuadra sevillana de los cordobeses Molero, Martín, Moyano, Manolo Cano, Pascual y Juanjo Pino una primera mitad infame, de la que podríamos prescindir perfectamente en esta crónica. Por la deferencia al que no la pudo ver, hablaremos de que el filial no tiró ni una sola vez a puerta. Dificultado por el campo de minas que era el césped, abusó del balón en largo en la primera media hora, mientras que el Marinaleda se limitaba a defender buscando sorprender en algún ataque.

Dos pequeños avisos de los sevillanos antes de que todo se tuerza
Estuvo cerca de hacerlo pasado el cuarto de hora, en un pase de Juanjo Pino hacia Vázquez que el "nueve" sevillano mandó a las nubes en buena posición. Y también a los 27 minutos, en un derechazo de Palop que Alberto sacaba a córner con algún apuro. Un par de acciones que tampoco es que despertaran a un B ineficaz, que apenas generó aproximaciones. Una al principio en que González, otro ex de la casa, se cruzó ante Javi López; un par de intentos de Fede Vico que acabaron en nada, el segundo con muy buena intención y que estuvo a punto de dejar solo al ex precisamente del Marinaleda; y un centro chut de Vega que por poco se come Molero.
Si mala pinta tenía la primera parte, aunque no más que cualquier otro partido de esta temporada que el filial terminó sacando, de manera espantosa arrancó la segunda. A los cuatro de la reanudación tuvo lugar uno de esos goles de Vídeos de Primera que suelen pasar por Navidad las cadenas televisivas, lastradas por la falta de contenidos. Monti cedió hacia su compañero Alberto desde 30 metros una pelota acaso excesivamente fuerte y entre los tres palos, lo que ya fue un error, para que entre el guardameta cordobesista y el césped terminaran de liarla parda. La pelota, que iba rasa, botó mal, Montávez no controló y el balón se fue mansamente a la red. 0-1 y el Marinaleda de fiesta.
El filial se queda con 10
Cuando ni el filial ni la hinchada se habían recuperado aún de la esperpéntica jugada sufrida, el encuentro se puso de color oscuro o casi negro, como el cielo sobre la Ciudad Deportiva. A los once de la segunda, Monti vio una roja que no era tal por abortar una contra en robo de Palop, que cierto es que se marchaba hacia la portería. Pero el balón iba largo, el defensa cordobesista no era el último defensor y la consideración de ocasión manifiesta de gol era más que discutible. Arias Padilla, que firmó una actuación deficiente y cobarde, añadía otro dificultad al filial.
Claro que puestos a esa labor, al segundo equipo cordobesista no le hacían falta ayudas. Porque cuatro minutos después, la antología del disparate acabó en una jugada en la que Alberto Montávez despejó demasiado corto y hacia el centro en una salida fuera de su área, dando opción a Cisco de que marcara el gol de su vida con una parábola precisa y preciosa que no pudo evitar en la raya Fran Cruz. La cosa ya estaba en chino.
Kike recorta
Pierini hizo un doble cambio casi seguido, retirando a Juanje primero y Vega después para meter a Abraham y Kike. En la recomposición, Fede Vico acabó jugando de lateral izquierdo, de donde tuvo que ejercer de stopper en una jugada en la que José Manuel se hubiera quedado solo para encarar portería. En el córner posterior, la pelota rematada por Vázquez se fue fuera.

Sin embargo, cuando menos pinta había de que la historia cambiara, el B encontró la opción de recortar en una falta botada por Alfonso Castellano que Kike, de los más bajitos del partido, llevó a la red de Molero. Resurgían unas esperanzas que no fueron tales porque en los diez minutos que quedaban para el final más el descuento el filial apenas pudo llegar al área del meta cordobés. Antes al contrario, Alberto pudo reivindicarse mínimamente con una buena parada en una contra de Pascual, en la que el palmeño quiso adornarse en exceso y resolver de vaselina.
Al final, el Marinaleda supo jugar con el tempo del partido, usando sus cambios y perdiendo tiempo, para amarrar su cuarta victoria en cinco encuentros. Para ellos la alegría no fue completa porque también ganaron Conil y Cádiz B. Pero ahora hay más equipos en una pelea, la de la zona baja, que empieza a quedar cerca para el filial.
FICHA TÉCNICA
1.- CÓRDOBA B: Alberto; Monti, José Manuel, Fran Cruz, Vega (Kike, m. 69); Juanje (Abraham, m. 67), Alfonso Castellano, Carlos Martínez, Fede Vico; Pepe Capitán y Javi López.
2.- MARINALEDA: Molero; Martín, Moyano, González (Julio, m. 76), Manolo Cano; Pascual, Juanjo Pino, José Manuel, Cisco (Tirado, m. 83); Palop (Pablo, m. 86) y Vázquez.
ÁRBITRO: Arias Padilla, de Málaga. Expulsó con roja directa a Monti (m. 56). Amonestó a Fran Cruz y Javi López, por los locales.
GOLES: 0-1, m. 49: Monti, en propia puerta. 0-2, m. 60: Cisco. 1-2, m. 79: Kike.
INCIDENCIAS: Partido de la 14ª Jornada de liga en el Grupo Décimo de Tercera División, disputado en la Ciudad Deportiva Rafael Gómez ante unos 200 espectadores. Terreno de juego en infames condiciones.