viernes, 16 de noviembre de 2012

El estudio que trae de cabeza al fútbol

Un estudio americano sugiere que los futbolistas que golpean el balón con la cabeza podrían sufrir daños irreversibles en el cerebro

grada360.com

Estados Unidos se encuentra 'conmocionado' por culpa de un informe de la Asociación Médica Americana, del que se hace eco el diario californiano Los Angeles Times.

En él detalla cómo las doce futbolistas alemanas elegidas al azar mostraban en los escáneres unos daños semejantes a los pacientes con lesiones cerebrales traumáticas leves, sin que se haya podido determinar, aunque todo apunta a ello, que esos daños se produzcan directamente por el golpeo reiterativo del balón con la cabeza.

El estudio se centró en la materia cerebral encargada de mandar las señales cerebrales a las células nerviosas de la médula espinal. Usando máquinas muy avanzadas de resonancias magnéticas, los médicos se encontraron además modificaciones en los lóbulos frontal, temporal y occipital, regiones muy delicadas que se encargan de la memoria, la atención o la vista.

Martha Shenton, investigadora de neurociencia en Boston, matiza que no se está señalando de forma directa al contacto del balón con la cabeza, sino que «hay otros factores, como las caídas al suelo, los encontronazos con otros futbolistas o incluso los choques entre cabezas o contra los postes».

La Liga, ¿un deporte de riesgo?


A pesar de que en España se juega al fútbol por abajo, no son excepcionales las disputas de balones aéreas, especialmente en los saques de portería y en las jugadas a balón parado.

Hombres como Aduriz (15) o Hemed y Negredo (13), que lideran la clasificación de remates con la testa, a buen seguro quedarán intranquilos con un estudio como éste. Igual o más riesgo corren los centrales, acostumbrados a los pelotazos de los porteros rivales.

Sin embargo, en conmociones cerebrales, el fútbol no es el deporte que se lleva la palma en los Estados Unidos, probablemente por proporcion de jugadores respecto a otros deportes. Allí, entre los menores de 15 años, hubo 8.392 casos entre futbolistas, por los 40.272 de los ciclistas o los casi 22.000 del fútbol americano.